
La semana pasada, la Familia Salesiana celebró con gran alegría la fiesta de nuestro fundador, San Juan Bosco. Esta fecha tan especial nos brindó la oportunidad de reflexionar sobre el legado de Don Bosco y su incansable trabajo por la educación y el desarrollo integral de los niños, niñas y jóvenes. En la Asociación Valponasca, tanto en León como en Madrid, vivimos toda la semana y en especial el 31 de enero con una profunda gratitud y un renovado compromiso hacia el Sistema Preventivo que él ideó, una metodología educativa basada en la confianza, el cariño y la razón.
En León, el equipo de Valponasca león disfrutamos de un rico desayuno compartiendo y resaltando la importancia de Don Bosco. Los proyectos socioeducativos celebraron este día tan significativo con el visionado del musical Sueños, que les permitió revivir la vida y los sueños de Don Bosco. Fue una experiencia emotiva que inspiró a todos los presentes. Al finalizar, los niños, niñas y adolescentes fueron sorprendidos por un delicioso chocolate con churros, cortesía del voluntariado de La Caixa. Este gesto de generosidad se convirtió en un momento de encuentro y celebración.
En Madrid, la celebración también fue muy especial. El 31 de enero, junto con el Centro Juvenil Plaza Castilla, organizamos una tarde llena de diversión, risas y fraternidad. Durante el evento, tuvimos la grata visita de Don Bosco, Mamá Margarita, Domingo Sabio y algunos de los niños del oratorio, quienes nos acompañaron para compartir el espíritu festivo de este día. Juntos, disfrutamos de actividades recreativas, juegos de mesa, y preguntas sobre la vida de Don Bosco, en las cuales los más pequeños pusieron todo su empeño para lograr “corazones de gratitud”. La tarde culminó con una merienda y momentos de confraternidad, acompañados por música y risas.
Para cerrar nuestra celebración, los miembros de la Familia Salesiana nos reunimos para participar en la Eucaristía, un acto de profunda reflexión y acción de gracias por todo lo que Don Bosco nos ha legado y por los frutos que su pedagogía sigue generando en nuestras vidas y en las de los jóvenes a los que acompañamos.
El Día de Don Bosco fue, sin duda, una jornada que nos recordó la importancia de seguir su ejemplo de amor y dedicación, y nos motivó a seguir apostando por su visión de una educación basada en el respeto y la cercanía, que hoy, más que nunca, es tan necesaria en nuestras comunidades.
Desde la Asociación Valponasca, continuamos trabajando con el mismo entusiasmo y compromiso, siempre guiados por el espíritu de Don Bosco, para que cada niño y joven pueda crecer en un ambiente de amor, respeto y esperanza.
¡Gracias a todos y todas los que hicieron posible esta celebración tan especial!
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