Durante los meses de enero a junio de 2024, desde la Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas, hemos puesto en marcha el proyecto BBPP Interculturalidad junto con siete de nuestras entidades: FISAT Salesiano Social, Fundación Bosco Social, Fundación Mornese, Fundación Valsé, Asociación Valponasca, Fundación Privada María Auxiliadora y Salesians Sant Jordi.
El objetivo de este proyecto surge de la necesidad de generar conocimiento y buenas prácticas que mejoren los sistemas de intervención y acompañamiento. Aunque nuestra vocación nos lleve a buscar la equidad y la justicia en nuestros entornos, es crucial reconocer que no estamos exentos/as de sesgos.
Para abordar y mitigar estos sesgos, desde CEPSS se han implementado fichas diseñadas específicamente para trabajar en estos aspectos. En cada sesión se requería que una entidad presentara una buena práctica relacionada con la interculturalidad.
La interculturalidad debe considerarse un componente esencial y cotidiano de nuestras vidas y de nuestra interacción con el mundo.
El pasado 12 agosto a través de una nota de prensa presentamos este proyecto a través de la página web de la Coordinadora de Plataformas Sociales Salesianas.
Es fundamental desarrollar un decálogo para implementar grupos de reflexión y diálogo sobre interculturalidad con población juvenil, para armonizar los procesos y asegurar que participantes y referentes sigan y trabajen desde una base común.
Este decálogo ha sido elaborado a partir de un proceso de reflexión y autocrítica realizado por el grupo estatal de trabajo, con el propósito de consolidar una base sólida para el desarrollo de sesiones de buenas prácticas en interculturalidad. La experiencia de acciones colectivas y el análisis profundo de nuestras propias historias han permitido identificar áreas clave de mejora así como la definición de principios comunes que orienten y fortalezcan los procesos.
El proyecto BBPP de Intervención Intercultural Socioeducativa con niños, niñas y adolescentes migrantes para la prevención del racismo y los discursos de odio está financiado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y cofinanciado por la Unión Europea (FSE+).